Después del gran éxito que tuvo la primera edición de 2015, no creíamos que hubiese forma de superarlo. ¿Igualarlo? Quizá. Pero es que el equipo de A Summer Story nunca deja indiferente a nadie. Y si, lo han conseguido: con un impresionante cartel, escenarios mejorados y una organización y seguridad que nos hizo las cosas más fáciles a todos, han logrado que esta edición sea inolvidable.
Tras largos meses de preparación y nervios por parte de todos los seguidores del festival (como no estarlo tras ver todos los confirmados, ¡prácticamente saltábamos de emoción!) llegaba el viernes 24 y nos dirigimos a la legendaria Ciudad del Rock en Arganda del Rey.
Ya en el parking (con una organización que te indicaba donde poder encontrar mejor sitio) se notaba el gran ambiente festivalero: y es que los equipos de audios de los escenarios funcionaban tan bien que ya desde fuera del recinto se escuchaba la música a la perfección, lo que hacía más amena la espera a aquellos que desde fuera bebían mientras aguardaban a la llegada de sus grupos de amigos.
Nos adentramos de lleno justo cuando Lost Frequencies despedía el día y daba paso a la gran noche en el escenario Burn, donde poco a poco se iba caldeando el ambiente y los más rezagados se iban uniendo a la marea de gente que ya paseaba por los alrededores, con pelotas de playa en mano, que formaron parte de la diversión durante el set del DJ belga.
Después del calentamiento con Lost Frequencies nos fuimos de paseo para ver que más cosas ofrecía el festival, entrando a la zona de Food Tracks cuya variedad y olor nos conquistó y nos dejó con ganas de probarlo todo.
Ya con el estómago lleno, llegamos al mayor atractivo del festival: el gran MainStage, un increíble escenario cuyas luces y pantallas (además de, obviamente, el equipo de sonido) nos dejó con la boca abierta. ¡Era mejor que en la edición anterior!
Con miles de personas congregadas allí disfrutamos del set de Solomun para después volver a por el house más comercial de nuevo en el escenario Burn, donde pasamos un buen rato con Oliver Heldens y después con su relevo, DjNano b2b Mykris que nos hizo saltar sin parar hasta bien entrada la madrugada.
Despedimos la jornada de vuelta al MainStage junto a Paco Osuna, cuyo set hizo que la gente siguiese bailando incluso después de horas sin parar y que aguantaron hasta el final.
¡Y la fiesta aun no acababa! Con solo unas horas de sueño en el cuerpo nos enfrentamos con más ganas aun al sábado, segundo día del festival. Música para todos los gustos con Tom Staar, Dimitri Vangelis, Edu Imbernon, Loco Dice…si bien los grandes protagonistas de la noche fueron Don Diablo, Steve Angelo y la gran apuesta Deadmau5, que arrasaron en el MainStage de principio a fin.
Otro gran punto destacable de este segundo día fueron las ocho horas de set de DJ Nano en el Oro Viejo Stage, que nos hizo recordar grandes temas del pasado.
Creíamos que era difícil superar a la edición del año pasado, pero desde aquí gracias a Planet Events, Disorder y Fluge por lograr que todo sea aún más grande y mejor, y hacer que Madrid quede marcado por albergar uno de los más esperados festivales de electrónica. Se nos hará difícil olvidar esta historia de verano…¡y ya tenemos ganas de vivir otra en 2017!
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