El pasado miércoles 18 de enero tuvimos el gran honor y placer de poder asistir al concierto de la mítica banda de punk Sum 41.
La banda canadiense pasó de agotar todas las entradas de su concierto de Madrid que en un principio se iba a celebrar en la sala La Riviera a la pista del conocido Palacio de los Deportes, ahora llamado Wizink Center.
El concierto comenzaba con los teloneros Paerish, una banda procedente de Francia del mismo estilo punk-rock/metal. Fueron los encargados de hacer al público entrar en calor (nunca mejor dicho debido a las temperaturas tan bajas) pero también para calentar motores antes de que Sum 41 saltase al escenario.
Apenas pasaban un par de minutos después de las nueve de la noche cuando las luces del Wizink Center se apagaban por completo. Acto seguido comenzaba una música de ambiente con un juego de luces que hacía introducción de la banda sobre el escenario.
Los chicos de Sum 41 salían al escenario donde el público les recibió entre aplausos y gritos de emoción.
Comenzaron con una de las canciones que componen su nuevo trabajo "13 Voices" llamada "A Murder of Crows (You're All Dead To Me). Seguidamente el logo de la banda apareció detrás de ellos junto a un juego de luces acordes con los colores del disco, con luces rojas y blancas. Después siguieron con "Fake My Own Death" probablemente la canción más conocida del disco ya que la banda decidió sacarla como primer sencillo del cuál también hicieron un vídeo musical.
Entre canción y canción, Deryck Whibley, cantante principal de la banda, interactuaba con el público, repitiendo de manera graciosa la palabra "motherfuckers" para referirse a los seguidores de la banda.
Seguidamente sonaron los acordes de una de las canciones más míticas de la banda como es "The Hell Song" que enloqueció al público allí presente y la pista del recinto se convirtió en una marea de saltos continuos.
Se podría decir que Sum 41 se apoderó del público rápidamente ya que todos cantaban a pulmón abierto y la energía tanto de los espectadores como de la banda estaba muy presente en el ambiente.
El concierto siguió adelante con más canciones de "13 Voices" entre las que poco a poco iban intercalando canciones míticas como "Underclass Hero".
Entre las canciones de "Motivation" y "Grab The Devil", Deryck aprovechó para introducir a la banda donde uno de los guitarristas se marcó un sólo de guitarra de música metal.
En un abrir y cerrar de ojos, el logo de Sum 41 cambió introduciendo una calavera gigante a la cual se le iluminaban los ojos y parecía que tenía vida propia. Esto le dio mucha personalidad a las actuaciones.
A mitad del concierto y después de tocar otra de las canciones más conocidas como "Walking Disaster", Deryck desaparecía del escenario durante unos segundos para acto seguido aparecer casi al final de la pista en un escenario improvisado lo que hizo que las personas que estuviesen atrás tuvieran la oportunidad de ver a su ídolo igual de cerca que las personas que ocupaban la primera fila.
Una vez subido en dicho escenario, empezaron a sonar los acordes de "With Me". En este momento, el recinto temblaba debido a la emoción y el significado que tiene esta canción. Una vez más, el público se dejaba la voz en cantar junto a la banda y probablemente fue uno de los momentos más bonitos y memorables del concierto.
Finalmente, Deryck volvió a su posición en el escenario principal para cantar "God Save Us All" que iría seguido de un sólo de batería.
A partir de aquí, todos y cada uno de los asistentes se sabían esta canción. Sum 41 hizo tributo a la mítica banda de rock Queen y su famoso "We Will Rock You".
Entre canción y canción la banda lanzó al público globos de colores rojos y blancos para acompañar las actuaciones.
Seguidamente y no siendo menos frenético tocaron dos de sus éxitos seguidos como son "Still Waiting" e "In Too Deep". Sin duda alguna tres canciones muy fuertes, una seguida detrás de otra, que dejó sin aliento a más de uno pero no menos feliz.
El concierto se despedía con las canciones míticas después de haber hecho un repaso por el disco nuevo. A continuación siguieron "Pieces", "Welcome To Hell" y "Fat Lip".
Para sorpresa de muchos la banda se despidió del público dando a entender que el concierto se había terminado pero cierto es, que las luces no se encendían por lo que esto fue bastante confuso para la mayoría de nosotros.
Al grito de "SUM 41" del público la banda reaparecía por última vez sobre el escenario para cantar "P4P" disfrazados de cantantes heavy-metal. Al finalizar la canción saltó el confeti y la banda se despidió definitivamente.
En conclusión, después de DOS horas de concierto (cabe destacar que la mayoría de los conciertos por lo general duran hora y media) los seguidores de la banda se iban más que contentos y que un buen sabor de boca.
Ahora sólo nos queda esperar a la próxima.
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